ESQUIZOFRENIA PARANOIDE
La esquizofrenia paranoide es aquella enfermedad que se caracteriza por los siguientes síntomas: predominio de ideas delirantes y alucinaciones, lesiones graves a uno mismo y a los demás, alteraciones de la personalidad
La edad más frecuente de aparición se sitúa entre los 15 y 35 años y afecta por igual a ambos sexo.
Etapa prepsicótica: Se caracteriza por rasgos semejantes a los que más tarde, pasada la etapa de psicosis activa, se instalan definitivamente y con mayor intensidad: son los llamados síntomas negativos (anhedonia, energía, embotamiento afectivo, etc.). También pueden aparecer dificultades de relación interpersonal, alteraciones cognitivas, dificultades de adaptación escolar, etc. Sin embargo, no es raro encontrar enfermos en los que no hay ninguna alteración durante su etapa premórbida.
Etapa psicótica florida: que es nueva o se superpone a la anterior. Suelen presentarse síntomas positivos (delirios y alucinaciones). El estrés suele ser un factor importante en su aparición.Etapa residual: es una etapa prolongada en la que predominan los síntomas negativos y de la que puede haber reactivaciones similares a la etapa psicótica florida. Estos síntomas negativos se caracterizan por pobreza del lenguaje y pensamiento, aplanamiento afectivo, enlucimiento y bajo nivel de actividad
Los síntomas negativos consisten en una limitación de la gama e intensidad de las expresiones emocionales (aplanamiento afectivo), una reducción de la productividad del pensamiento y el habla (alogia), anhedonía y una reducción del inicio de comportamiento dirigido a un objeto (abulia). En el subtipo paranoide, las ideas delirantes o las alucinaciones auditivas es una característica prominente.
Entre los esquizofrénicos se presentan promedios elevados de enfermedades físicas debidas al tratamiento psiquiátrico (como efectos secundarios de los fármacos) y a las condiciones de vida asociadas con la discapacidad crónica. Estas pueden pasar inadvertidas por la falta de comunicación tanto con familiares como con el propio medico. Otro problema habitual que afecta a los esquizofrénicos es el alto riesgo de desarrollar un problema de drogodependencia coexistente y el consumo de alcohol u otro tipo de tóxicos. Todo esto aumenta aún más la posibilidad de recaídas de un enfermo esquizofrénico.
La depresión es un problema real y riguroso para las personas con esquizofrenia. Los esquizofrénicos tienen tendencia a caer en depresiones severas durante episodios sicóticos. En términos numéricos se afirma que dos de cada diez personas con esquizofrenia tratan de suicidarse y aproximadamente la mitad de ellas lo acaban consiguiendo, convirtiéndose de esta forma en la primera causa de muerte en personas jóvenes con esta enfermedad. Pero el por qué de esta depresión y que, en último término, los lleve al suicidio son muy variadas. En un número pequeño, la persona actúa bajo la influencia de los delirios y alucinaciones, como por ejemplo oír voces que les piden que se suiciden. Pero habitualmente el suicidio ocurre cuando la persona con esquizofrenia está pensando más claramente, es decir, cuando es consciente de su enfermedad, de las consecuencias que tiene y, sobre todo, en la persona en la que se convierte cuando sufre episodios sicóticos.
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