Mi padre pasó la Guerra Civil preso de los "rojos". Primero en una cárcel modelo donde era el prisionero que tenía la llave del botiquín de la cárcel.
Después estuvo en Teruel donde le hacían talar un pino y cargar con él un trayecto importante todas las noches. Si se le caía le fusilaban.
Estando en la cárcel modelo le llevaron una noche en coche para que delatara a un familiar. No lo hizo, le llamó el alcaide a su despacho y le dio a elegir entre un pitillo y un café. Mi padre eligió el pitillo y se lo fumó, pensó que le iban a fusilar por no decir dónde vivía el familiar pero no lo hicieron.
Al entrar las tropas de Franco, una mañana en Teruel le dieron dinero y le liberaron. Mi padre se comió unos huevos con chorizo y se pagó el billete de vuelta a Madrid.
Se puso a trabajar en los sindicatos verticales. Era el jefe de la sección de crédito agrícola y ganadero, tenía a su disposición a dos secretarios (José Luna y Ángela), el secretario le llevaba el fichero y la secretaria era su taquimecanógrafa, mi padre recibía cartas de agricultores y ganaderos para pagar lo propio de sus trabajos; un tractor, pienso, etc.
Mi padre decidía a quien se le podía dar crédito y llamaba o iba al Banco de Crédito Agrícola en nombre de esos ganaderos y agricultores a solicitar el correspondiente crédito (normalmente se lo concedían).
Este trabajo era por las mañanas, por las tardes llevaba la contabilidad de una inmobiliaria.
Ejercía de padre siempre que estaba en casa.
Realizado por LAURA
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