NIÑAS

NIÑAS, NIÑAS NEPALIES

¡Niñas, niñas! pronunciaban mis labios.
¡Niñas,niñas! repetía mi mente.

Niñas traficadas, decía la noticia,
niñas ultrajadas, balbucía mi boca.

¡Niñas, niñas!...

Flores sin deshojar su capullo.
Sueños sin noches ni madrugadas.

Vendida su penuria para el trabajo,
comprada en engaño para el tráfico

¡Niñas, niñas! gritaba mi garganta.
¡Niñas, niñas! repetía mi mente.

Hambre para obligar el trabajo,
en explotación y tráfico.

¡Siglo XX cerrando sus puertas.
Ciencia, avances , ilusiones
para atrapar las estrellas!.

¡Siglo XXI de esclavitudes modernas
para conseguir alturas de negras metas
y al XXI abrir sus cancelas!.

¡Niñas, niñas!...

Nepalíes: Caritas blancas,
tez de porcelana.

Abusos, egoísmos, supersticiones...
capullos para sanar enfermedades,
rosas marchitas de contagios.

¡Niñas, niñas! susurraba mi aliento.
¡Niñas, niñas! repetía mi mente.

Diez, doce años; perdida la infancia.
Diez, doce años; la adolescencia añorada.
El mañana sin risas;
en la cuneta caídas, agonizantes;
en las orillas tumbadas, de sida inundadas.
¡En súplica al viento de Dios sus almas!
que ahogando su ira, el amor reclama
de unas manos santas, por Calcuta esparcidas,
que sin odios rezan
y tocando a arrebato, recogen los deshechos,
arropan su dolor, calman en amor su llanto,
¡y al cielo llora de espanto!.

¡Niñas, niñas! solloza mi interior.