lunes, 4 de marzo de 2013

Retiro



COMENTARIO AL CAPITULO 4 TITULADO LA CASITA


Al lado de la montaña, de donde caen las aguas en forma de cataratas, hay una casita rodeada de agua de color asalmonado. Pequeña y romántica. Circundada toda ella por un gran lago, con aires de casa principesca. Tiene unas preciosas figuras pintadas en sus murales y unas hornacinas vacias que plasman el hurto o destrozo de sus estatuas pequeñas.

La casita se baña en las aguas del lago, toda erguida, dichosa entre ellas. Su contemplación rememora cuentos inocentes de princesas enamoradas.

Pudo ser casa de pescadores, donde guardaban sus aparejos. En sus aguas, hay nenúfares y patos. Un puente de madera con cadenas a ambos lados dá acceso a la casita, pareciéndoles a los niños mas palacio.  La escritora enamorada de la Naturaleza nos describe el gran seto verde que existe alrededor de las aguas. Donde descansan los patos, palomas y pajarillos con aire de reyes. Recibiendo el tenue sol que este día les prodiga.

También habla con su perrita Katia, recordándose a sí misma, cuando era pequeña, la guerra que les declaró a las mencionadas aves, temiendo que un día les hiciera daño.

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