El principal problema de los ingenieros y científicos que trabajan en el proyecto es la duración del viaje.
Que el hombre visite Marte es solo cuestión de tiempo, aunque los obstáculos para hacer realidad ese sueño no tienen precedentes.
El primer problema de los ingenieros y científicos que trabajan para enviar al hombre a Marte es el desencadenante de varios otros: la duración del viaje.
La distancia entre la Tierra y Marte oscila entre 102 y 59 millones de kms.
Las agencias espaciales preparan sus proyectos para fechas coincidentes con este fenómeno, pero aún así, un viaje de un ser humano a Marte conllevaría un mínimo de 2 a 3 años.
Cuanto más largo sea el trayecto, aumenta la necesidad de incrementar la cantidad de suministros para el viaje y en consecuencia aumenta también el tamaño del cohete para albergar todo.
Entre las soluciones para un futuro viaje humano al espacio está la liderada por el astronauta costarricense Franklin Chang-Díaz, un sistema de propulsión de plasma de alta temperatura que tardaría en hacer un viaje de ida al planeta rojo en tan solo dos meses, mientras que la actualidad lo más rápido serían más de seis.
"La radiación es seguramente el mayor de los problemas", dijo Jaramillo, que participó esta semana en Washington en la cumbre H2M.
La duración del viaje también afecta a la cantidad de exposición a la radiación a la que los astronautas se tendrían que ver expuestos durante la travesía y es que absorverían radiación tanto durante el viaje como su estancia en Marte.
El robot Curiosity que se encuentra en Marte ha realizado pruebas que demuestran que el nivel de radiación del planeta no es mortal.
Paralelamente, los científicos continúan trabajando en otros factores, como el cultivo de plantas en el espacio o el control nutricional y el ejercicio físico que los astronautas deben seguir para evitar la pérdida de masa muscular y densidad ósea que produce la falta de gravedad.
Algunos prevén que el primer viaje humano a Marte podría realizarse en el 2018, mientras que otros son más cautos y calculan que podrá ser en el 2030.
Entre las soluciones para un futuro viaje humano al espacio está la liderada por el astronauta costarricense Franklin Chang-Díaz, un sistema de propulsión de plasma de alta temperatura que tardaría en hacer un viaje de ida al planeta rojo en tan solo dos meses, mientras que la actualidad lo más rápido serían más de seis.
"La radiación es seguramente el mayor de los problemas", dijo Jaramillo, que participó esta semana en Washington en la cumbre H2M.
La duración del viaje también afecta a la cantidad de exposición a la radiación a la que los astronautas se tendrían que ver expuestos durante la travesía y es que absorverían radiación tanto durante el viaje como su estancia en Marte.
El robot Curiosity que se encuentra en Marte ha realizado pruebas que demuestran que el nivel de radiación del planeta no es mortal.
Paralelamente, los científicos continúan trabajando en otros factores, como el cultivo de plantas en el espacio o el control nutricional y el ejercicio físico que los astronautas deben seguir para evitar la pérdida de masa muscular y densidad ósea que produce la falta de gravedad.
Algunos prevén que el primer viaje humano a Marte podría realizarse en el 2018, mientras que otros son más cautos y calculan que podrá ser en el 2030.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarque conste que paRA IR A MARTE HA HABIDO QUE DESARROLLAR LA INFORMATICA CUANTICA, QUE TIENE 1000
ResponderEliminarVECES MAS POTENCIA QUE LA ANTERIOR.fernando
AHORA MISMO LA EGIRA DE IRNOS DE LA TIERRA ES CLAVE, POR SI CALLERA ALGUN METEROITO GORDO Y DESTRUYERA LA SUPERFICIE DE LA TIERRA.
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