Antecedentes
La discoteca Alcalá 20 se encontraba en los bajos del Teatro Alcázar.
Repartía su espacio en tres plantas subterráneas que habían sido
remodeladas unos meses antes para dar un nuevo aspecto a un local que se
conocía con anterioridad como el Lido. Las obras habían afectado principalmente a su decoración, con más de 5 000 kilos de textiles, plásticos y cartón piedra. Su aforo máximo era de 900 personas si bien, al ser un local de moda de la movida madrileña donde actuaban frecuentemente grupos de música, era habitual que lo superara con creces.
El incendio
El día 17 de diciembre de 1983, a las 4:45 de la mañana, a escasos
minutos de la hora prevista para el cierre del recinto, se declaró un
incendio en la última de las plantas subterráneas de la discoteca donde
se encontraba la pista de baile. Una chispa generada por un cortocircuito encendió una de las cortinas del local que rápidamente se propagó aprovechando que los materiales empleados en la decoración eran altamente inflamables.
Las personas que aún permanecían en el lugar se vieron sorprendidas por
la intensa humareda que se originó sin que el origen del fuego pudiera
ser atajado. La falta de luz eléctrica en un local con apenas
iluminación exterior a esas horas de la noche, dificultó apagar el fuego
con los escasos medios disponibles y la huida posterior.
La primera opción de los que se encontraban en el local fue optar por
la salida principal, y si bien algunos lograron salir por ella, el
acceso rápidamente se colapsó dando lugar a avalanchas y atropellos. Los que optaron por las salidas de emergencia se toparon en su mayoría con puertas clausuradas que no les permitieron huir.
Solo una, que daba a un vestíbulo situado en la calle de Alcalá
permitió también a varios jóvenes huir del fuego aunque para ello
tuvieran que sortear unas verjas.
Al llegar los bomberos, se encontraron con varios personas tratando de rescatar a otras que pedían ayuda bajo una de las claraboyas opacas del local. Tras romperla se logró rescatar hasta quince jóvenes. Otras doce personas más fueron encontradas con vida a medida que bomberos y policía lograron entrar en la discoteca. Las labores de rescate duraron cerca de dos horas.2
El balance
El incendio de la discoteca Alcalá 20 se saldó con 81 fallecidos. De
ellas 31 murieron directamente por culpa del fuego, 13 lo hicieron por
inhalación de humo y 36 aplastadas o asfixiadas al tratar de huir.
La última víctima no estaba en el local ya que vivía en el edificio y
perdió la vida al precipitarse al vacío desde su terraza tratando de
escapar del humo.
Consecuencias y juicio posterior
El incendio causó gran conmoción en España tanto por el elevado
número de muertes como por la juventud de las víctimas. Además vino
precedido por otros dos graves accidentes aéreos también ocurridos en
Madrid, que en las semanas anteriores dejaron cerca de 200 víctimas (accidente del Vuelo 11 de Avianca y colisión de los Vuelos 134 y 350).3 El alcalde de Madrid, Enrique Tierno, decretó el día 19 de diciembre de 1983 como día de luto.
La investigación del suceso correspondió al Juzgado de Instrucción
número 15 de Madrid. La acusación se dirigió hacia los cuatro dueños
del local, el electricista que realizó la instalación y el inspector del
Ministerio del Interior que no observó las muchas deficiencias de seguridad que presentaba el recinto.
El juicio no se inició hasta finales de 1993, diez años después de
los hechos. La sentencia de la Audiencia de Madrid llegó finalmente en
abril de 1994.4 A lo largo de casi 500 folios, decidió condenar a dos años de cárcel por un delito de imprudencia
temeraria con resultado de muerte, lesiones y daños a los cuatro dueños
del local (Emilio Urdiales, Pedro Rascón, Doroteo Martín y Carlos
Mendoz), al electricista (Miguel Gabaldón) y al funcionario encargado de
inspeccionar el local (Guillermo Herranz). Se fijaron unas indemnizaciones cercanas a los 2 000 millones de pesetas, declarando al Estado como responsable civil subsidiario.
Ningún cargo político asumió responsabilidades por el asunto ya que el
exconcejal del Ayuntamiento de Madrid Emilio García Horcajo fue
absuelto.4
Esta sentencia fue recurrida ante el Tribunal Supremo
que la ratificó en lo esencial salvo en lo relativo a la condena del
inspector Guillermo Herranz que vio su condena sensiblemente rebajada a
un mes de arresto y multa de 100 000 pesetas al considerar el alto
tribunal en su caso, que los hechos que se declararon probados en el
juicio solo eran constitutivos de una falta simple de imprudencia y no
de un delito.
COMENTARIO HECHO POR J.M.L.D
EN UNA DE COSAS QUE ME IMPACTARON DE ESA EPOCA YO ERA MUY JOVEN PERO LO RECUERDO COMO SI HUBIERA SIDO AYER
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDicen que uno no se acostará sin saber algo nuevo. Una nota breve, clara que explica claramente lo ocurrido.
ResponderEliminarUn saludo!