¿Qué harían ustedes si estuvieran en una cárcel de China,
Irán, Arabia Saudí, Pakistán, entre otros países, donde se producen el 83% de
las ejecuciones de la pena de muerte del mundo? Este castigo tan inhumano se
produce hasta morir con una inyección letal, en la silla eléctrica, un tiro en
la cabeza, la decapitación o el ahorcamiento. Comunican al preso que todavía le
falta una semana para su muerte; que le falta un año; seis meses; que hay que
esperar un nuevo juicio; que si va a afrontar la ejecución letal o si le van a
tener bajo cadena perpetua toda su vida. Todo ello acompañado de torturas muy
dolorosas, mucho de ellos encarcelados sin haber tenido un juicio justo.
A todos nos gusta tener una existencia con horizonte y no
estar con la angustia de que uno se va a morir, y mientras tanto la persona es
torturada, pasando frío y hambre. El país donde más ejecuciones se han
registrado es en China con 993, aunque hay constancia de que ha habido miles en
el país asiático, aunque el 84% han tenido lugar en China, Irán, Arabia Saudí,
Pakistán, entre otros.
Gracias a la labor de Amnistía Internacional de la que soy
miembro desde los 18 años, cuando empecé la carrera de Periodismo, se han
observado avances en África Subsahariana , con cinco ejecuciones en 2016; dos
en Somalia y Sudán del Sur. ¿Pero qué se puede hacer para luchar contra la pena
de muerte? Uno de los recursos es hacer voluntariado en esta ONG, que desde su
creación en 1961 ha comenzado a actuar contra esta tortura tan atroz hacia los
presos de conciencia.
The Observer publicaba “Abran el periódico cualquier día de
la semana y descubrirán que en alguna parte del mundo un humano ha sido encarcelado, torturado por sus
opiniones o sus creencias religiosas inaceptables por el gobierno del país; por
el derecho a la vida cuando una persona
es sometida a penas inhumanas o degradantes, tal y como proclamó la Declaración
Universal de los Derechos Humanos. Se hace constancia que en algunos países se
producen penas discriminatorias como en Estados Unidos, donde la pena de muerte
es más cuantiosa con las personas pobres o de color.
Hay que mencionar a España, donde los últimos ejecuciones
datan de 1975, cuando fueron fusilados cinco reos. Con la Constitución de 1978
fue abolida la pena de muerte. Pues sí, señores, como decía Hafez Ibrahim al
ser liberado con la intervención de Amnistía Internacional le dijo que le debía
la vida a la ONG y desde entonces colabora con Amnistía. Hoy en día España es
un país democrático donde están recogidos los derechos humanos; la pena de
muerte está abolida y se garantiza lo que ha firmado la Declaración Universal de los Derechos Humanos. A ver si
los países copiamos los de los demás en cuanto a buenos deseos, directrices
como ejemplos a seguir. Tengamos esperanza y que nuestro trabajo sirva para
hacer el bien a la humanidad, que lo merece.
Muy valiente y noble su aportación contra la pena de muerte. Ojalá entre todos consigamos que desaparezca para siempre. Muchas gracias por su labor
ResponderEliminarLa pena de muerte debe desaparecer de la faz de la Tierra y será una señal de que la Humanidad evoluciona. Estoy de acuerdo en todo con Patri. Un saludo. Laura.
ResponderEliminarEstamos totalmente de acuerdo con tu profunda reflexión. Estaremos encantados de seguir leyendo nuevas publicaciones. un saludo
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