Coppola es un cineasta de 75 años y pico que deja una sensación de algo prometedor, excitante.
Ya vino en el año 67 a San Sebastián, cuando sólo tenía 28 años y todavía no había recogido los Óscar que se le agradecerían.
El que visionó el mundo salvaje de la mafia en sus películas como El Padrino y muchos más fue de gran éxito.
Él se ha leído el Quijote y le parece fabuloso, ahora con el broche de oro del Príncipe de Asturias.
Repasa sus 50 años como cineasta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario